Esta declaración de intenciones, ha sido su banderín de enganche para hacerse con un lugar en el inconsciente colectivo. Caja de Ahorros ha sido sinónimo de trato justo, lucha contra la exclusión, ausencia de ánimo de lucro.
Desde la Casa Real a la ONU, pasando por el más humilde de los ciudadanos, todos hemos asumido esas premisas.
No son brindis al sol. Son las razones de ser de las Cajas.
O lo eran.
Y de esto va este blog. O bitácora, si lo prefieres. De lo que son realmente, de lo que queda de ellas, de lo que podemos hacer.
Y, sobre todo, de lo que hacen los representantes de las Corporaciones Locales en sus órganos de gobierno. Nuestros representantes, por cierto.
Porque hemos olvidado que tenemos una posibilidad.
Porque nos estamos dejando arrebatar un patrimonio social.
Si quieres, entra. Vamos a conversar.
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